Tradiciones

FESTIVIDAD DE SAN BLAS

Cada tres de febrero, en la parroquia de San Juan Evangelista, se bendicen las galletas, conmemorando esta festividad. Se le considera patrono de los enfermos de garganta y de los otorrinolaringólogos.

LAS EMPANADAS

El Lunes de Pascua se celebran desde tiempo inmemorial lo que aquí llamamos «las empanadas». Sin convocatoria, las gentes de Portillo acuden a los pinares, principalmente, Fuenteminguez y Hoyo del Olmo, para pasar el día y disfrutar de la compañía de familiares y amigos. Las empanadas, hornazos, son un elemento importante de esta fiesta, que seguramente tenga como fundamento el fin de la Cuaresma.

El domingo siguiente al Lunes de Pascua, en el Hoyo del Olmo, se celebra «El Domingo de Cachos». El nombre define claramente que se trata de acabar con lo que había sobrado del lunes e, incluso, del martes, pues años atrás también se acudía al pinar ese segundo día de la semana.

LA ENTREGA

El domingo que sigue al denominado de “Ánimas” es el día en que la Cofradía del Santísimo Sacramento y de Ánimas cambia de mayordomo, con lo que la imagen del santísimo es llevada en volandas hasta la que será su nueva residencia durante un año. Este mismo día, antes de la procesión mencionada, se celebra un “Cabildo” en el que los distintos cofrades, y otras gentes que asisten al acto, ofrecen distintos obsequios para pujar por ellos, pasando los beneficios de la subasta a las arcas de la Cofradía mencionada. También se reparten panecillos entre la gente del pueblo que paga la cuota anual.

Para ser mayordomo de esta Cofradía rige la antigüedad, bien es verdad que no es obligatorio aceptarlo; de hecho, mucha gente renuncia a ello. Al parecer, el origen de esta Cofradía data de la Edad Media: precisamente en esa época se fundaron cientos de ellas en toda España, con el fin de dar ayuda a los más necesitados y pobres de solemnidad de cada municipio. La entrega de los panecillos no tiene otro objetivo que esa misma ayuda entre los hermanos cofrades y otras personas necesitadas de la localidad.

En el trayecto que recorre la procesión posterior (siempre llevada a cabo tras la subasta del “Cabildo”), el cuadro del Santísimo es acompañado por numerosa población, sin que fanten las bandas de música y los danzantes ataviados con sus trajes característicos y lazos de multitud de colores.

Durante muchos años, los danzantes iban acompañados por un personaje muy popular en el pueblo, a quien cariñosamente se denominaba “Zarragona”, vestida con un traje de arlequín, con colores variados, colgando de las mangas graciosos adornos.

Siempre portaba un látigo, en cuyo extremo había un trozo de cola de conejo.. En los tiempos modernos se ha tratado de revivir este personaje, pero las circunstancias y condicionantes de los tiempos hacen imposible que la esencia del mismo vuelva a tener esa vitalidad. Otra cuestión bien distinta es que el cariñoso personaje acompañe a los danzantes en la procesión.

Tanto en casa del mayordomo entrante, como en la del saliente, se colocaban arcos hechos con ramas de chopo. Los niños eran los encargados directos de tirar de ellas una vez que había pasado el cuadro del Santísimo.